Rut, es una persona desordenada, le cuesta organizarse, y si ve un excel sale corriendo.
No es que no le guste vivir en orden, al contrario, sin embargo, siempre que lo intenta, pierde la batalla.
Comienza “ordenando” el guardarropas, sigue por la cocina, y luego recuerda que tiene que limpiar los baños, todo mientras atiende a los clientes por el celular.
Eso hace que no esté realmente en ninguna de las tareas que realiza, su atención se dispersa, y finalmente se frustra. Coloca todo “así nomas” en él guardarropas, pide comida, la limpieza de los baños queda para el fin de semana, y sigue con su trabajo virtual (el cual también está desorganizado)
Llegó a la consulta desbordada de actividades y la propuesta en primer lugar fue, salir de la “D” desordenada, para ir a la “D” diligente.
Comencemos por el principio, “diligente” significa: “[persona] Que pone mucho interés, esmero, rapidez y eficacia en la realización de un trabajo o en el cumplimiento de una obligación o encargo.” o bien, una tarea “que se hace con interés, esmero, rapidez y eficacia.”
Son conceptos muy distintos a ser una persona “desordenada” y “desorganizada”. Entonces, es fundamental apropiarnos de algunos aspectos al realizar nuestros quehaceres y trabajos. Debemos realizar las tareas con “Diligencia”:
*Interés: involucrándonos en el proceso y el resultado.
*Esmero: poniendo dedicación y foco.
*Rapidez: concluyendo lo que se empieza antes de ir a la siguiente tarea.
*Eficacia: realizando las actividades de tal manera que produzcan el resultado deseado.
Para lograr organizarse mejor, es importante contar con hábitos y rutinas que sostengan nuestro entusiasmo y motivación en el camino hacia el orden.
A nivel general las “rutinas” son mal vistas, porque nos da la pauta de que es algo repetitivo, pareciera que nos hacen ser “esclavas” de un cronograma; y a las personas les gusta en ocasiones, la improvisación y él sentirse libre de elegir tal o cual cosa para hacer.
Sin embargo, las “rutinas” son grandes aliadas (sobre todo cuando hay pequeños en casa) porque nos organizan mentalmente, y nos dan un norte de hacia dónde dar el siguiente paso.
Una “rutina” para que sea útil debe contar con tres características fundamentales:
*Adaptabilidad: toda rutina que quieras implementar en tu hogar, tiene que ser “adaptada” al mismo, más allá de lo que leas en las redes sociales o veas en otros hogares.
*Flexibilidad: toda rutina necesita ese respiro a veces, contemplar imprevistos, o simplemente dejarse fluir. Debe ser 100% flexible ante los cambios abruptos porque la rigidez sería muy perjudicial para ti misma y para las personas de tu entorno.
*Constancia: una rutina para que sea rutina, tiene que hacerse a diario, todos los días y si es posible a la misma hora para ayudar a nuestro cerebro a entender las nuevas rutas cerebrales que estamos transitando.
En cuanto a rutinas, entonces, podemos hablar de funcionales y no funcionales a nuestra familia, porque ante todo tenemos que usar el criterio y el sentido común.
Vivir una vida con menos ESTRÉS es posible, y debes tener mucho en cuenta las decisiones que tomas (sobre todo en cuanto al uso del tiempo). De esa manera, tener RUTINAS simplificará tu vida.
Como ejercicio final entonces, te propongo que anotes tus rutinas, tus hábitos, para qué tengas un pantallazo general de como está tu situación HOY. Haz algunos ajustes con los cambios que te gustaría mejorar, y ¡manos a la obra!. Comienza por realizar una rutina en cuanto a la limpieza y él orden de tu hogar, y luego ve por las demás áreas de tu vida.
En el siguiente video, te comparto una entrevista en la cual hablo de estos temas en detalle: “Rutinas de limpieza y orden – Entrevista a Cintia Peralta Martin”
Si te sientes como Rut, antes de pasar de –Desordenada– a –Diligente-; si algo de esta historia te llamó la atención y crees necesitar ayuda para lograr los cambios, ¡Aquí estoy para ayudarte a hacerlos realidad!
A veces, transitar este camino sola, sin dirección, sin saber bien qué se quiere, hace que el recorrido no esté claro y por ende, es factible que tires la toalla antes de tiempo.
Ahora bien, te hago una pregunta: ¿Te gustan los regalos? Porque ¡tengo un regalo para ti! Son las primeras 32 páginas de mi libro “¡Chau Desorden!” y por el título, quizás pienses que solo hablaremos de cómo ordenar, SIN EMBARGO, nada más lejos de la realidad: estas primeras 32 páginas te ayudarán a dar el puntapié inicial en el camino hacia vivir una vida en orden DESDE ADENTRO HACIA AFUERA. ¡Así que NO tienes excusas!
No dudes en escribirme para que charlemos; si aun no lo haces, te invito a seguir conectadas a través de las siguientes plataformas:
¡No permitas que tu año transcurra y sigas de brazos cruzados! ¡Sé de las Mujeres Que Edificamos nuestra vida y la vida de los demás!
¡Dios te bendiga mucho! Con cariño,
CIN