Un día normal y corriente está cargado con infinidad de tareas que merecen plena atención. Desde levantarse a la mañana hasta volver a dormir a la noche, en ese lapso de tiempo, ocurren muchos eventos que pueden desgastar nuestras mentes y corazones. Podemos estar de acuerdo en que la planificación y el orden van de la mano, pero… ¿Cómo se persevera en planificar aun cuando los resultados no llegan? ¿De qué manera se puede ser constante, una y otra vez, sin desanimarse? Son algunas de las preguntas que me gustaría responder en este breve escrito. Sin embargo, antes de iniciar me gustaría que recuerdes que perseverar, en cualquier área de la vida, es un gran desafío, pero es posible hacerlo. El desánimo es normal que ocurra, porque somos seres emocionales, es por ello que a continuación comparto contigo una serie de estrategias que me han servido a mí al momento de ser constante en mi vida.
Estrategias para ser constante:
- Entender la temporada en la que estás viviendo: quizás seas una persona soltera, que trabaja fuera todo el día o a lo mejor eres mamá de un par de pequeños que demandan todo de ti. Hay actividades que no podrás llevar adelante como lo hacías antes, pero que en el futuro quizás si puedas retomarlas de a poco. Entender tu momento, tu lugar, tu rol, te da enfoque y te quita la ansiedad de querer “abarcar mucho y apretar poco” como dice el conocido dicho.
- Reajusta tus metas de corto y mediano plazo: Si la tarea a la que te enfrentas es realmente un “gigante” para ti, en la temporada en la que te encuentras actualmente, fraccionarlas en objetivos más pequeños y alcanzables te dará la tranquilidad de saber que estás yendo en el camino correcto. Aunque parezca tonto a veces, anotar a mano y tachar, en la listita en papel, ayuda al cerebro a sentir la gratificación del logro alcanzado y darle aliento para ir por más.
- Rodéate de personas que te inspiren: encontramos en la Biblia, en Proverbios 13:20, un versículo que grafica la importancia de rodearse con las personas correctas y dice así: “Camina con sabios y te harás sabio; júntate con necios y te meterás en dificultades.” Las personas que están más cerca nuestro pueden acompañarnos a lograr las metas que anhelamos, siempre y cuando estemos en la misma sintonía, porque al compartir con ellas lo que deseamos alcanzar, nos hace comprometernos y ser más conscientes de lo que decimos.
- Prepárate para los contratiempos que sucederán: los errores o inconvenientes que puedan surgir son oportunidades de aprendizaje que puedes capitalizar para analizar lo que salió mal y cómo puedes solucionarlo en el futuro.
- Prioriza tu salud integral: somos espíritu, alma y cuerpo, por lo tanto debemos cuidar la integridad de nuestra vida, no solo lo que se ve externamente. La biblia dice en 1 Corintios 6:19 que nuestro cuerpo es “el templo del Espíritu Santo” y como tal, es necesario que lo cuidemos, haciendo ejercicio de manera regular, llevando una nutrición adecuada y sobre todo, aprendiendo a manejar las situaciones estresantes del dia a dia.
- Ten en cuenta el motivo principal por el que haces lo que haces: cuando tienes en claro tu motivación y tu “por qué” es más fácil perseverar y enfrentar los desafíos que se te presentan a diario. Si aprendes a ser agradecida, en cada momento de tu vida, todo irá tomando otro color en tu vida diaria, porque tu actitud está empapada de agradecimiento, ánimo y frescura.
Recuerda que cada día es una oportunidad que Dios te da y que estos consejos pretenden darte aliento y enfoque en tu jornada para que logres avanzar en tus metas y objetivos con motivación, confianza y seguridad. ¡Tú puedes!
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¡Dios te bendiga mucho!