¡Bienvenida al mundo de la Maternidad!
Imagino que disfrutas mucho de tener a tu retoño en brazos, alimentarlo, y darle todo tu amor. Los días de descanso pleno parecen quedar atrás, dando lugar a inmensas ojeras y noches sin dormir.
¡Tranquila! Son solo los primeros meses, hasta que tu bebé comience a tomar el ritmo de sueño. Y créeme que aunque parezca que no llega nunca ese día, ¡si llega!
Estoy escribiendo desde mi computadora, y son casi las 10 de la mañana, y mi pequeño aun duerme, desde la medianoche y sin despertarse en toda la madrugada; lo cual es un gran logro.
Pero al principio, esos primeros meses, si, costo mucho. El no dormir, el mal humor, y las cosas pendientes por hacer se acumulan y parece una bola de nieve gigante a punto de aplastarnos.
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Por eso te propongo una serie de consejos para organizarte mejor, ahora que estrenas el título de “Mamá”
1) Identifica tus horas más productivas
Esto te ayudará a pensar que cosas puedes hacer en ese tiempo, cuanto te llevará hacerlas, y de esa manera, podrás priorizar tus quehaceres, de tal forma que en tu tiempo más productivo, hagas la mayor cantidad de cosas que puedas y quieras.
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2) Ten un organizador semanal de tareas
Anota todo lo que deseas hacer en la semana, y cuando digo todo, es TODO, hasta sacar la basura.
Nuestro cerebro de mamá, está tan pendiente de esa personita que nos cautiva, que tendemos a olvidarnos un poco las cosas.
Para evitar que eso pase, anota todo, hazte amiga de las “listas”.
Hay una aplicación que se llama “Trello” que puede servirte para organizarte mejor. Hay otra que se llama “ColorNote” y otra “Keep”. Todas ellas pueden simplificarte la vida con respecto a las listas. En mi caso las tengo a todas ellas, pero nada sustituye papel y lapicera 🙂
Una vez que tienes todo anotado, ponle prioridad:
(3) si te da lo mismo si se hace o no,
(2) si es importante pero no urgente,
(1) si es urgente.
Esto te dará una idea de cuántas cosas son urgentes, y debes ocuparte de ellas primero. Dentro de lo que es urgente, también puedes priorizar para ir haciendo de a poco, todo lo que dice tu lista.
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3) Lava la ropa todos los días y guarda lo que está limpio ni bien lo destiendas
Este es el consejo que más me gusta. Logre identificar que si lavaba de día, ni bien me levantaba, no podía destender y guardar la ropa, y tampoco tender la que recién lavaba, porque el bebé demanda mi mayor cantidad de tiempo y energía.
Así que tomé la decisión de lavar por las tardes, que es cuando siempre hay alguien más en casa, y de esa forma me aseguro que cuando termine el lavarropas, podre tender la ropa ya que hay alguien mas que pueda estar con el bebé (por lo general mi marido).
Es fundamental guardar la ropa que ya está limpia EN EL MOMENTO, esto evita las pilas y pilas de ropa por guardar en el armario.
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4) Mantén la cocina despejada y el baño limpio
Hay dos espacios que son los que más se usan y los que más limpios deben estar: la Cocina y el Baño.
Pasamos mucho tiempo en ambos, y es ideal que comiences tu rutina de limpieza por esas zonas.
No significa que solo debes abocarte a ellas, solo que deben ser tu prioridad.
Reconozco que me cuesta mucho poner en práctica esto, pero es algo que trato de cumplirlo al pie de la letra, ya que disfruto mucho cuando ambos espacios están limpios y brillantes.
Mantenerlos a diario, ayudará a que se mantengan siempre en condiciones óptimas.
A veces con el cansancio, cuesta por ejemplo lavar los platos a la noche, pero algo que quizás te tome 10 minutos antes de dormir, por la mañana es una satisfacción que no tiene precio. Sin embargo cuando quedan los platos por lavar, a la mañana siguiente ya empezamos con tareas pendientes y quizás nos lleve más tiempo hacerlo.
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5) Simplifica tu vida delegando más
Hay cosas que solo nos gusta hacerlas a nosotras, porque sabemos como hacerlas. Pero cuando tienes un bebé en casa, tu tiempo comienza a ser limitado y con muchas ocupaciones.
Por eso mi consejo es que delegues tareas que bien podría hacer tu pareja, tu mama y aun hasta tu suegra.
Porque aunque no quede como tu lo harías, la tarea estaría hecha y será algo menos de lo que te tendrás que ocupar.
Podrás usar el tiempo que te ahorres en eso, para descansar y renovar las fuerzas para atender a tu bebé de la mejor manera posible.
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6) Nunca dejes de atender a tu bebé por hacer otras cosas, el resto puede esperar, tu bebé no
Siempre debe ser tu prioridad.
A veces queremos hacer muchas cosas, y nos embarcamos en alguna tarea cuando de repente ¡zas! un ruido y el bebé se despierta, quizás al poco rato de haberlo hecho dormir. Eso pasa y muchas veces, no voy a mentirte.
Por eso la importancia de identificar tus horas más productivas y la lista de tareas, ya que así podrás tener todo listo para cuando dispongas de un momento libre.
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7) Si es posible, descansa cuando tu bebé duerme
Este consejo me lo dieron muchas veces diferentes personas.
Y la verdad es que no lo tome mucho en cuenta, y hacía miles de cosas mientras el bebé dormía.
Sin embargo, llegó un momento en que no podia mas, estaba híper cansada, y me sentía fatal.
Así que empecé a tomar en serio estas palabras, al menos esos tres primeros meses de adaptación del bebé a este nuevo mundo.
Y realmente me dieron resultado, descansar cuando el dormía, me recargaba de energías para poder atenderlo mejor. Me levantaba con otro ánimo, y con mejor disposición para todo. Y es saludable, ya que tu cuerpo lo necesita también para recuperarse en el postparto.
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Un último consejo que me gustaría darte: ¡Cuídate!.
Porque tú estás cuidando de una personita muy importante, de tu pareja, de tu hogar, de tu trabajo y de todo.
Pero a veces pasa que en ese proceso, nos olvidamos de cuidarnos a nosotras mismas.
Por eso ¡Cuídate!, ve a los turnos médicos que tienes pendientes, arréglate el pelo, si lo deseas maquíllate, vístete linda, y toma coraje.
¡¡¡La maternidad es una aventura que vale la pena vivir!!!
Si tienes dudas, consultas o sugerencias, no dudes en escribirme.
—Nos Leemos—