Si hay algo costoso y que requiere motivación extra, sin dudas, es el adquirir y mantener nuevas rutinas a la hora de tener nuestra casa en orden.
Muchas quizás estén acostumbradas a llevar adelante sus quehaceres de manera milimétricamente organizada, y tengan su casa 100% en orden. Si este es tu caso, quizas este articulo no te sea de utilidad, porque ya vienes poniendo en practica tus propios métodos.
Sin embargo, si no entras en ese grupo porque muchas veces luchas por mantener tu casa (y tu vida) ordenadas, ¡bienvenida! Yo estuve en tu lugar (y a veces tengo recaídas ¡jeje!) es por eso que quiero compartirte algunos consejos prácticos a la hora de mantener limpia y ordenada tu COCINA.
Este mes, estuvimos hablando mucho de este espacio tan particular, y me gustaria que hagamos un pequeño repaso (por si te perdiste alguno de los artículos):
-Hablamos de “Preparando el terreno”, haciendo un análisis detallado de esta parte de tu hogar, para comenzar a ordenar.
-Te conté algunos tips para mantener en orden tu Despensa
-Finalmente te ayude a poner en papel el tan ansiado “menú semanal”
Ahora bien, con todo eso en mente, es el turno de mantener la limpieza y el orden de este sitio tan particular, en el que no solo pasamos tiempo cocinando, y lavando vajilla; la Cocina hoy en día es un punto de reunión, donde proyectamos nuestros sueños, en donde se dan conversaciones profundas con nuestros cónyuges, donde nuestros hijos nos ven “con las manos en la masa”.
La Cocina no es un área pasiva, es un área donde reina la acción, la creatividad, el despliegue, y sobre todo, donde fluye nuestro amor hacia la familia, al hacer preparaciones que sabemos que les gustaran.
¿Lleva tiempo? ¡Si!, pero es un tiempo hermosamente invertido, así que, sin más preámbulos, te comparto mis consejos para que puedas mantener tu COCINA limpia y ordenada por más tiempo:
Empezá por despejar las superficies
Como ya te conté en otras oportunidades, en casa hace años le dijimos “adiós” al microondas (si lo usas a menudo, es bueno que te informes sobre los riesgos que puede ocasionar en la salud). Este electrodoméstico, ocupaba muchísimo espacio en la mesada.
Te recomiendo entonces que mires las superficies con las que cuentas, y trates de dejarlas lo más vacías posible, porque de esa forma, podrás limpiar más fácilmente y más a menudo, que si se encuentra atiborrada de cosas.
Heladera/Refrigerador limpio, familia sana
Si pudiéramos tener unos lentes “captadores de gérmenes” nos impresionaría la cantidad de bacterias que pueden llegar a habitar en este espacio particular.
Mi recomendación “estrella” es que NO guardes nada en el refrigerador sin antes lavar/desinfectar. Para esta tarea en particular, puedes usar “toallitas húmedas desinfectantes” o bien, mucha agua/bicarbonato/vinagre.
La realidad es que un alimento enlatado o las frutas/verduras, han pasado por miles de manos antes que las nuestras, así que como dice el dicho “es mejor prevenir que curar”.
Revisa cada día los “sobrantes” de comida, y desecha lo que ya esté caducado o no esté en condiciones de ser consumido. Si hay algo que a mi marido le entristece (como a mi y creo que a todas) es tirar a la basura comida que no consumimos pronto.
Para evitar esto, lo mejor sin dudas es cada día tomar 5 minutos y revisar lo que hay para consumir antes de que sea imposible.
Para una limpieza más ligera, utiliza contenedores; de esa forma, cada vez que algo se derrame, no ensuciara todo el refrigerador, sino solo el contenedor (¡en ese mismo instante lo lavas, y listo!).
Ten un bote de basura con tapa (y pie) y limpialo una vez a la semana (por lo menos)
Un objeto olvidado pero que puede transformarse en un foco de infección es el bote/tacho de basura.
En algunas casas, simplemente tiran la basura pero jamás lo limpian. ¡ERROR! Cada vez que sacamos la basura en casa, si hubo derrames (o incluso si no) limpiamos/desinfectamos nuestro tachito de basura.
Es un aliado en la cocina, lo llevamos de un lado al otro con el pie, muchas veces lo maltratamos, sin embargo, no te olvides de que también necesita limpieza profunda, al fin y al cabo, nos mantiene alejados de los gérmenes, y ¡merece cada tanto tener un olor agradable!
Cambia los repasadores a menudo y lavalos con mucha frecuencia
Si es posible, ten un repasador para secarte las manos y otro para secar los platos.
En casa (como en la mayoría de los hogares) tenemos el famoso “trapo amarillo” para secar las superficies. Ese “trapo” muchas personas lo usan para todo: secar las superficies, secar los platos, secarse las manos y ¡hasta para limpiar lo que se derramó en la cocina!
Cada familia tiene sus “prácticas” pero esta en particular no es saludable, porque los microorganismos que pueden estar en las superficies al secarla, son trasladadas a las manos, y luego a los platos y el círculo es siempre el mismo.
Por eso la importancia de tener un repasador para secarse las manos, otro para secar los platos y si queremos “el trapo amarillo” dejemoslo solo para secar restos de agua (y lávalo luego de usarlo).
Si tienes que limpiar restos de comida, u otras cosas que puedan contener bacterias, o incluso si algo se derramó en el piso, te recomiendo usar servilletas de papel, las usas, las tiras ¡y asunto resuelto!
Es mejor usar material desechable para limpiar superficies que estén contaminadas, en vez de toallas o esponjas que probablemente usarás en el futuro.
Lava la vajilla luego de usarla
No solo ahorraras un dolor de cabeza futuro si se acumulan, sino que evitas que las bacterias se proliferen. Ni bien desayunas, lava lo usado (y así con cada comida del dia).
Eso te hará crear una rutina que será muy beneficiosa para ti y tu familia (ya que ellos lo verán y lo imitaran, paso a paso).
Mantén siempre limpio el piso
Si algo se derramó, límpialo en el momento. Barre con frecuencia. Pasa el trapo una vez al día (si tienes mascotas debería ser más frecuente).
Limpia todas las superficies que tocas con tus manos
Como por ejemplo manijas, perillas, botones, interruptores de luz, etc. Aunque puedan parecer limpios a simple vista, podrían contener microorganismos que hayan decidido hacer su hogar allí.
ALGUNOS CONSEJOS DE MAMA A MAMA
-Si tienes hijos pequeños, la limpieza debe ser tu prioridad, ya que ellos exploran todo el tiempo, e incluso llegan a lugares que a lo mejor son los más olvidados en cuanto a limpieza. No debemos privarlos de tocar y mirar, pero debemos estar alertas para que lo hagan de manera segura.
-Algo obvio, pero no menos importante es que te higienices las manos luego de: estornudar, tocarte la nariz, ir al baño o incluso si tocas superficies muy contaminadas.
-Si tus mascotas conviven con ustedes, es importante siempre verificar que no haya pelos en las superficies, que los platos de su comida sean limpios a menudo (y no con las toallas y esponjas que usas para lavar los platos que usan con tu familia)
-Cambia las esponjas una vez al mes (por lo menos), no esperen a que estén todas descascaradas para darles santa sepultura. Recuerda que las esponjas son “el lugar” donde pueden alojarse miles de bacterias, así que es bueno darles fecha de vencimiento cada 30 días (sino antes).
-Usa tablas de picar de diferentes colores para cada tipo de alimento: verduras, frutas, carnes rojas, carnes blancas, pescado, etc. Higienízalas muy bien antes de volver a guardarlas.
-Ten paciencia, a veces no podemos hacer todo, ¡pero lo importante es intentarlo! Si puedes ir proponiendote pequeñas metas, y algunos buenos hábitos, veras que poco a poco todo esto será cuestión de todos los días.
¡Me alegra mucho acompañarte en toda esta transformación y deseo de corazón que estos artículos sean de mucha ayuda para ti!
¡Me encantará leer tus comentarios y saber si pones en práctica algunos de los consejos!
¡Que tengas un hermoso y bendecido día!
¡Saludos!
✨CIN✨