Uno de los capítulos que más me desafío escribir en mi libro “¡Chau desorden!” fue el capítulo 14 que se llama: “Medir para avanzar: Cómo hacer un balance de vida en orden”. Y es lógico, lo entiendo, porque mirar atrás, a veces puede desestabilizar las emociones cuando aún no resignificamos aquello que transitamos en la vida.
“Hoy en día podemos hacer balance de casi cada área de nuestras vidas, y es importante aprovechar cada oportunidad que tengamos para poder revisar nuestras metas y sueños con frecuencia, ya que lo que no se revisa, no crece.”
La invitación es esa, y en este artículo encontrarás:
1- ¿Qué es un balance de vida?
2- ¿Cuál es la mejor época del año para realizarlo?
3- Sugerencias al hacer un balance anual
4- Preguntas de reflexión para iniciar el balance anual
5- Tres consejos para hacer tu balance sin dejar la vida en el intento
¡Empecemos! En este punto te invito a que busques papel (cuaderno, agenda), lapicera, y tu infusión preferida. ¿Estas lista?
1- ¿Qué es un balance de vida?
Un “balance de vida” como su nombre lo indica es una “evaluación o examen”. Por lo general se utiliza en el ámbito de las empresas, para indicar el nivel de “beneficios” o “pérdidas” en referencia al ámbito económico.
En este caso, bajando la teoría a la practica del dia a dia se podria decir que “un balance de vida es una evaluación o examen para revisar los beneficios o pérdidas en referencia a distintas áreas de la vida de una determinada persona, que involucra lo físico, emocional, psíquico y espiritual”
Cuando se hace un balance se pone en perspectiva lo que paso, mirando con una lupa, de manera detallada aquello que funcionó bien como lo que no salió como se esperaba.
“Un año promedio incluye tanto situaciones positivas como negativas, y es sabio aceptar ambas, para poder seguir avanzando y creciendo en la vida” (¡Chau desorden! / Pág. 143)
2- ¿Cuál es la mejor época del año para realizarlo?
En realidad, la importancia fundamental de hacer un balance es “revisar” lo que se ha estado haciendo y lo que se hará en el futuro partiendo desde allí.
Desde ese punto de vista, entonces, no es necesario hacer un “balance” al terminar el año (sumando más estrés) sino adquirir el hábito de hacer revisiones periódicas para poder realizar los ajustes y mejoras sobre la marcha cada vez que sea necesario.
En resumen, se puede decir que no existe una “época mejor”, sino que la mejor época es cuando dispones del tiempo necesario para hacer el balance a conciencia y no a las apuradas, todas las veces en el año que consideres necesarias para seguir avanzando hacia tus sueños, metas y objetivos de vida.
3- Sugerencias al hacer un balance anual
Cuando realizas un balance “anual” hay situaciones que pueden quedar en el tintero. Entonces la pregunta sería: ¿es positivo hacer un balance anual o conviene más hacer revisiones con periodicidad?
De nuevo, todo dependerá del tiempo que quieras dedicarle a tu crecimiento personal, familiar y laboral.
Es importante que al momento de revisar tu año, lo bueno y lo malo, consideres desde que postura te pondrás. Por ejemplo si seras proactiva o víctima de las situaciones.
A la hora de planificar a futuro, recomiendo que pienses de manera acotada, es decir no pienses en “todo el año que viene” sino en “los próximos 90 días que vienen”. Planificando de manera trimestral, podrás evaluar con mayor frecuencia si vas en el camino que deseas o te estás desenfocando.
Empieza a pensar en términos de “me gustaría esto o aquello” en vez de decir “tengo que hacer esto o aquello”. Más allá de que hables de ocupaciones, o responsabilidades, es importante que el lenguaje que acompañe tus esfuerzos sea el adecuado.
4- Preguntas de reflexión para iniciar el balance anual
Las preguntas pueden servir de guía para dar el puntapié inicial en tu momento de reflexión:
a) ¿Cuáles fueron los 3 logros más importantes de este año?
b) ¿Cumplí los objetivos que me propuse a principio de año?
c) ¿Qué experiencias positivas y negativas encontré en el camino?
d) ¿De qué manera mi carácter se fortaleció? ¿Qué herramientas emocionales descubrí en mi?
e) ¿Qué me gustaría que pasase el próximo año?
f) ¿Qué metas me gustaría lograr en los próximos 3 meses?
g) ¿Qué tan probable es que me comprometa y cumpla con los objetivos planteados?
h) ¿De qué manera cumplir mis sueños repercute en mi familia y los miembros del hogar?
5) Tres consejos para hacer tu balance sin dejar la vida en el intento
Una vez que identificas el momento justo para revisar los proyectos que te planteaste a principio de año, revisar sus avances o no, es tiempo de proyectarte en un nuevo año, con nuevas metas, sueños y sobre todo mucha motivación.
A continuación te brindaré algunas sugerencias para que realices el balance de fin de año tranquila, sabiendo que los beneficios que tiene son incontables.
- Dedica un momento especial para hacerlo
El hecho de separar un tiempo, (que dependerá de cuan profundo quieras hacerlo, puede ser de unas horas o hasta un fin de semana), hace que te enfoques de lleno en el objetivo planteado.
No es lo mismo hacer algo a las apuradas, qué tomar un tiempo y reflexionar con claridad.
Así que mi primera recomendación es: que liberes tu agenda un día o un fin de semana, para hacer tu balance anual, y proyectar el próximo año.
- Hazlo por escrito
Me declaro fan número uno del papel, ya que tiene ese “no sé qué” que me ayuda a conectarme más con la tarea.
Pero si quieres usar la plataforma digital, está más que perfecto, ya que es una decisión personal.
Lo positivo de hacerlo en la “nube” es que puedes tenerlo a la distancia de una app del celular para revisarlo o modificarlo de manera instantánea, y en cualquier lugar del mundo en el que estés.
- Agradece por lo positivo y reflexiona sobre lo negativo
En un año pasan muchas cosas, positivas y negativas. Sin embargo, por alguna extraña razón la mente en ocasiones tiende a quedarse solo con lo negativo, haciendo más difícil el proceso.
Como menciono en la página 144 de “¡Chau desorden!”:
“Aquellas cosas inconclusas, que no pudiste llevar a cabo, o que no te animaste, pueden ser metas para tu próximo año. Eso que no te salió, qué intentaste y no funcionó, es la base de tu experiencia, y de encontrar maneras alternativas de lograrlo o finalmente desecharlo. Tanto lo que hiciste bien, como lo que no salió, te dejan algo muy valioso: experiencia. Cada quien tiene experiencias parecidas, pero que al fin y al cabo son únicas e irrepetibles, y eso hace que la tuya cobre un sentido especial. Hacer un balance en orden, te permitirá visualizar lo que lograste, cuánto avanzaste y él camino qué te falta recorrer. Por tal motivo es que es tan importante dedicar un tiempo especial para hacerlo a conciencia, sabiendo que los beneficios serán mucho mayores. El tiempo pasa volando, es una frase que solemos usar a menudo, sin embargo, haciendo balances, proyectando, sentándonos a reflexionar, hacemos que cada minuto valga la pena, porque tareas como esa nos ayudan a enfocarnos en lo que queremos y no queremos. ¡Tener en claro eso, hace la diferencia!”
Hay circunstancias en la vida que suceden de repente y no tenemos la capacidad de cambiarlas, de ahí la importancia de ser flexibles, para no generar estrés innecesario a la vida diaria.
Si te gustó todo lo que compartí hasta el momento, te invito a adquirir el libro “¡Chau desorden! Claves para superarlo desde adentro hacia afuera” porque podrás aprender muchísimo sobre rutinas, hábitos, mentalidad correcta, ritmo de vida, orden, organización y productividad consciente.
Es como un pequeño manual al que podrás recurrir una y otra vez en distintas situaciones de tu vida. El libro se encuentra en dos formatos, haciendo clic en cada uno de ellos podrás adquirirlo:
Por último quiero dejarte un recordatorio importante en esta etapa del año ¡Recuerda ser amable contigo, estás en él camino, avanzando, y eso es maravilloso!
Si tienes alguna duda, haz clic para escribirme y charlemos a través de:
¡Deseo que Dios te bendiga mucho y que puedas hacer un gran balance anual!
✨CIN✨