¡Llegó Diciembre! Con “D” de “dicha” o de “desgano”, de “dar” o de “dejar”, de “disciplina” o de “deambular”.
Podría seguir mencionando palabras contrapuestas, que expresen los estados de ánimo por los que quizás has pasado durante estos años de pandemia mundial.
Hay quienes transitaron estos años eligiendo la gratitud, mirando la “dicha” por doquier aunque las situaciones no hayan sido favorables. También hay quienes sobrevivieron a este tiempo con “desgano”, sentimientos como de andar “deambulando” en decisiones, emociones y luchas.
Como sea que hayan sido estos años, sin duda dejan algo importante que se debe valorar: experiencias de vida.
Vivir una pandemia es algo que nadie imaginaba, y realmente no se está preparado para ello. Hay un dicho popular que dice: “si la vida te da limones, haz limonada”. La idea fundamental del dicho es, que sin importar cuales sean las circunstancias actuales, se tiene la posibilidad de resignificar las vivencias para poder afrontar la vida con una nueva mentalidad.
Como no he sido ajena a todo lo que se ha vivido como sociedad en los tiempos actuales, es que quise escribir para contarte algunas vivencias en particular y la manera en que las fui enfrentando.
En este artículo encontrarás:
- Lo que pasó en este año 2021 en Colegas Del Orden.
- Proyectos que vieron la luz.
- Metas propias cumplidas y no.
- Proyección para el año que viene.
- Tres consejos finales para elaborar tu balance en orden.
Siempre que me encuentro con una hoja en blanco, con el puntero titilando, me doy cuenta del tiempo que pasa, de las agujas del reloj haciendo tic tac tic tac sin parar y sin poder frenarlo.
Llega esta época del año, y la mayoría de nosotras estamos cansadas, agotadas y agitadas por todo lo que “hay que” hacer antes de que termine el año, como si terminar el año fuera el final de todo.
Hace años que estoy sintiendo un amor especial por la palabra “proceso”, masticándola, rumiándola, aceptándola. No es fácil, a veces no es simple, pero es.
La vida es un proceso, cada año es un proceso que nos trae nuevos desafíos y experiencias.
Este año en “Colegas Del Orden” pasaron cosas de todo tipo. En este punto debería remontarme un poco al pasado, y contarte que por lo general a finales de año soy presa de un sentimiento de “balance continuo”, me pongo reflexiva, concentrada, enfocada, a tal punto de querer silenciar absolutamente todos los ruidos externos como por ejemplo las redes sociales.
Entiendo que no es bueno “desaparecer y aparecer” todo el tiempo, en términos del algoritmo y de lo que se “supone” que debería hacer en redes sociales, pero en eso me considero muy tajante: cuando percibo que mi cuerpo envía señales de descontento, es cuando decido frenar, encauzar y focalizar nuevamente en mi propósito de vida.
Es así, que tras tener a nuestros dos peques, tuve mis temporadas más activas y menos activas dentro del mundo online, porque al ser mamá las prioridades cambian.
En el año 2019, embarazada, hice muchísimo por este proyecto. Así como crecía mi bebe en la panza, fue creciendo mi deseo por publicar un libro (hasta ese entonces solo un manuscrito con ideas y un tanto desordenado). Fue a mediados del año 2019, luego de nacer nuestra hija, que comencé a ordenarlo, escribir un poco más, pulir, borrar, escribir, etc. Todo ese proceso, terminó el 03 de febrero del 2020, cuando finalmente le escribí al editor y le dije: ¡creo que termine el libro!.
El editor, que se iba a tomar unas vacaciones, ¡no lo dudo! se llevó el manuscrito, lo leyó y trabajó en su tiempo libre, con la vista en las hermosas playas de la costa argentina.
Es así que en Marzo 2020, ¡nació mi primer hijo literario! “¡Chau desorden! Claves para superarlo desde adentro hacia afuera!”. El día que llegaron las cajas de libros a nuestro hogar, fue el día que en Argentina se decretó el inicio formal del confinamiento por el virus que azotaba al mundo, el temido “Covid-19”.
En ese momento, las expectativas, sueños, metas quedaron en pausa… Sí, había nacido mi primer hijo literario, pero no en las condiciones que hubiera querido que sucediera. Eso me hizo pensar en que como seres humanos que transitamos una pandemia tuvimos que poner en marcha la famosa palabra conocida como “resiliencia”.
Cada una podrá tener sus propias historias de pandemia, en lo personal, laboral, espiritual, físico, etc. En este momento decido contarte un poco sobre lo que pasó en algunas de esas áreas con respecto a “Colegas Del Orden”.
Año 2020. Publicación del libro. Pandemia. Ok, sigamos. Fue un año en el que mi corazón estaba abrumado, quería estar con mis seres queridos a 700 km, pero también procuraba que mi familia no sintiera tanto el impacto de esta revolución mundial.
Con Gonza, mi marido, tomamos la decisión de hacer que los días de pandemia en casa, fueran gratos, inolvidables, únicos. Disfrutar el 100% de estar cerca, de tenernos, abrazarnos, y vivir. Como recientes padres de dos, nos vimos a veces luchando con la soledad de no tener esa contención de otras personas, pero eso nos fortaleció en nuestro equipo matrimonial para cada uno dar lo máximo por el bienestar de la familia.
Llegado noviembre del 2020, se abrieron las fronteras de las provincias, y decidimos viajar para estar con nuestros seres queridos, por tiempo indefinido. Fueron nueve meses sin poder abrazarnos que realmente no queríamos poner tope a nuestra estadía allá.
En ese momento, desaparecí de las redes sociales. Bajé el telón externo pero en mi interior sucedía una transformación. Tome varios meses para diagramar las bases de este proyecto, para conectarme con ideas, emociones, y con lo que Dios estaba intentando decirme.
Retomé en Marzo 2021, con una visión clara, y con objetivos puntuales. En ese momento me reencontré con Eli, una amiga del pasado con la cual habíamos perdido contacto desde la adolescencia. Ella, experta en marketing, se sumó a este proyecto aportando su mirada de valor, su talento y sus ganas de ver crecer a “Colegas Del Orden” y a mí como profesional.
Durante este año, desarrollamos ideas, recursos, herramientas, pero principalmente me reencontré conmigo misma, me topé de frente con inseguridades, miedos, debilidades, que poco a poco fui trabajando, puliendo, mejorando y en ocasiones, cambiando. Inicié una carrera universitaria, la Licenciatura en Ciencias para la Familia, y fue el comienzo de un recorrido hermoso, desafiante y lleno de aprendizajes.
No fue fácil. No es fácil. Pero se puede lograr vivir una vida en orden, alineada a nuestro propósito y con la claridad de tener asumidos los roles que desempeñamos en nuestra familia, en la sociedad y por ende, en el mundo. Es fantástico cuando como personas estamos en sintonía en mente-alma-cuerpo-espíritu, cuando nos conectamos con nuestro ser interior para empezar a fluir de manera distinta, con un rumbo claro, entendiendo, aceptando y desarrollando el propósito que tenemos aquí en la tierra (el cual es personal y único).
Llegó diciembre a Colegas Del Orden con “d” de “desafíos” cumplidos, de metas logradas; otras que quedaron en el tintero y que esperamos pronto darles seguimiento para sumarla al baúl de vivencias significativas.
Llega un nuevo Diciembre, también en mi vida, como un año más de aprendizaje, un año más vivido, un año más disfrutado. Cada 26-12, cuando se levantan las copas para brindar por mi cumpleaños recuerdo una vez más que Dios es bueno todo el tiempo, y que todo el tiempo Dios es bueno, con “d” de “dicha”, felicidad, amor, entrega, paz mas allá de toda situación externa.
Cuando pienso en el balance de este proyecto, entiendo que cada año trajo sus experiencias, todas distintas pero que suman muchísimo.
¿Hay situaciones difíciles? Sí, claro.
¿Hubo momentos que quise tirar la toalla? Más de los que me gustaría aceptar.
¿Creo de verdad que esto tiene futuro? Sin dudas, porque más allá de lo que yo haga o no, hay Alguien que me ayuda en todo, ese Alguien es Dios, que sin dudas tiene un propósito puntual con este proyecto especial.
Por eso, a la hora de sentarte a escribir tu balance, recuerda:
- Toma un tiempo específico para hacerlo.
- Hazlo por escrito, en papel o digital.
- Trata de enfocarte en todo lo positivo, agradécelo. Escribe lo negativo, y ve de qué manera eso te fortaleció, te ayudó, o desafío en tu día a día.
Si te gustó todo lo que compartí hasta el momento, te invito a adquirir el libro “¡Chau desorden! Claves para superarlo desde adentro hacia afuera” porque podrás tener más claridad en temáticas de rutinas, hábitos, mentalidad correcta, ritmo de vida, orden, organización y productividad consciente.
Es como un pequeño manual al que podrás recurrir una y otra vez en distintas situaciones de tu vida. El libro se encuentra en dos formatos, haciendo clic en cada uno de ellos podrás adquirirlo:
Por último quiero dejarte un recordatorio importante en esta etapa del año ¡Recuerda ser amable contigo, estás en él camino, avanzando, y eso es maravilloso!
Si tienes alguna duda, haz clic para escribirme y charlemos a través de:
¡Deseo que Dios te bendiga mucho! ¡Que termines tu año en gratitud y empieces el 2022 activada!